Umberto Eco
El 5 de enero 1932, en Alessandria, una ciudad del norte de Italia, Umberto Eco se convirtió en uno de los trece hijos de Giovanna Bisio y Giulio Eco. Allí vivió hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando debió trasladarse junto con su madre a un pueblo de la misma región piamontés por cuestiones de seguridad. Al finalizar sus estudios secundarios, y bajo la presión de sus padres, Umberto se radicó en Turín para estudiar Derecho, pero el mandato paterno le duró poco. Siguiendo su instinto intelectual, Eco abandonó las leyes y comenzó a estudiar literatura y filosofía medieval, disciplinas en las que se volvió experto y que explotó al máximo para ambientar sus futuras novelas.
Su intelectualidad comenzaba a destacarse. A los 22 años, en 1954, se doctoró luego de presentar una tesis sobre uno de los filósofos medievales más influyentes de la historia: el fraile y teólogo Santo Tomás de Aquino. Dos años más tarde, esa tesis se transformaría en su primer libro publicado: El problema estético en Santo Tomás (1956).
Sin embargo, en materia de fe, Umberto Eco dejó de creer en Dios durante sus años universitarios, hecho que lo apartó naturalmente de la Iglesia Católica Romana.
Durante esa época, aparecieron sus primeros ensayos: Diario mínimo, en 1963, escritos en tono satírico y continuados en 1992, en Cómo viajar con un salmón, y otras obras fundamentales como Apocalípticos e integrados (1965), La estructura ausente (1968), Una teoría de semióticas (1976), Un panorama semiótico (1979) o En busca del lenguaje perfecto (1995).
Eco también trabajó como editor cultural para la RAI por casi una década; fue profesor de estética y semiótica en distintas universidades de renombre y fue columnista de múltiples publicaciones diarias como el Corriere Della Sera, L’Espresso y La Repubblica.