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Dalmiro Sáenz

Dalmiro Antonio Sáenz nació en Buenos Aires, capital de Argentina, en 1926. Tempranamente comenzó su actividad literaria, y publicó a los 30 años, luego de viajar en buque por la Patagonia varias temporadas (lugar donde se instalaría por casi 15 años y donde ocurren sus primeros libros de cuentos) Setenta veces siete, que ganó el prestigioso Premio de la Editorial Emecé y se convirtió en un best-seller, apoyado en una visión violenta, sexual y de sólidos preceptos y cuestionamientos morales sobre la religión, que se convertirían en el sello de Sáenz por varios años (los críticos coinciden en señalar que un eje religioso atraviesa siempre las historias del autor, ya sea a través de uno de su personajes, o como en Cristo de Pie donde se ve su religiosidad en polémica con la religión del establishment, en contraposición con el diálogo individual que el personaje hace con Dios).

Tiempo después participó de la adaptación del guion para la pantalla grande de dos de sus historias de Setenta veces siete que se unieron para armar la trama de la película homónima que dirigió Leopoldo Torre Nilson (1962).

Luego de este comienzo Sáenz ganó el Premio del Magazine LIFE en español, en 1963, con su libro de cuentos No.

El mismo año (1963) ganó el Premio Argentores (Sociedad General de Autores de Argentina) con Treinta, treinta, un cuento planteado a la manera de los western estadounidenses, pero situado en la Patagonia.

Al año siguiente (1965) publicó en la Editorial Emecé El pecado necesario, novela que luego adaptó para hacer el guion de su versión fílmica, retitulada como Nadie oyó gritar a Cecilio Fuentes, dirigida por Fernando Siro, que en 1965 ganó la Concha de Plata en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián (España).

Luego comenzó a escribir teatro y enseguida fue premiado con el Premio Casa de las Américas, en La Habana (Cuba), en 1966 con ¡Hip… Hip… Ufa! luego publicado por la Editorial Emecé. Luego también adaptado por el autor para el cine con el título de Ufa con el sexo y la dirección de Rodolfo Kuhn (1972); y luego nuevamente vuelta a adaptar junto a Pablo Silva en la pieza teatral retitulada Sexo, mentiras y dinero (Buenos Aires, 2002/2003).

Sáenz entre libro y libro y según sus declaraciones, se tomaba vacaciones literarias, escribiendo pequeños libros de humor, que tuvieron mucho éxito. Entre ellos, cabe destacar Yo también fui un espermatozoide en la Editorial Torres Agüero.